miércoles, 9 de enero de 2013

Los aciertos de la vida (II). Nacimiento y educación (I)





La educación familiar nunca fue fácil

El milagro de la vida. O lo llaman así. El nacimiento de un ser humano es un momento gozoso en el que los componentes bioquímicos van armando una nueva vida, dispuesta a aportar su granito de arena en esta sociedad.

Dicho momento es tan especial que es difícil explicarlo. Ver como nace tu hijo/a (y que me perdonen aquella distinción, pues ya se sabe que el machismo está muy mal visto en la sociedad) es algo inexplicable. Llegas a pensar “¿y ese/a chiquitín/a va a ser una futura persona? Pues sí, aunque parezca mentira. Son cosas de la Naturaleza. O eso dicen.

Los padres empiezan a contemplar al nuevo ser vivo engendrado por la Gracia de Dios o la Naturaleza. Algo que dicen que es muy especial. No se sabe por qué, pero es el hecho de existir. De ocupar un lugar en el mundo. Y los padres tratan de adaptarse al nuevo miembro familiar, intentando aportar su granito de arena para criarlos y hacer que sean autosuficientes en un futuro

Pero para eso, hacen falta dar muchos, muchísimos pasos.

Ya para empezar, criar a un/a hijo/a no es fácil. Para empezar, hay que hacerles ser autosuficientes y es bueno que vayan aprendiendo poco a poco para que empiecen a aprender. Y esa curva de aprendizaje puede ser más o menos rápida, dependiendo de muchos factores (sociales y físicos). Y por tanto, según el ambiente, puede que se realcen algunas características y otras no. Como se suele decir, la virtud está en el término medio.

Hay quien tiene una serie de aptitudes que son destacables (y se tiende a pensar que hay que potenciar los puntos fuertes) y otros que no lo son tanto o incluso menores. La cuestión es no descuidar absolutamente nada. Tiene que ser autosuficiente y poder enfrentarse a los retos que se propone en la vida.

Aun así, lamentablemente, no se hacen bien las cosas. Al menos en la crianza o más bien llamaría educación.

Porque señoras y señores, deben saber que la educación está en casa. Al menos hasta la edad legal de escolarización (3 años). Que es cuando empiezan los párvulos, antes de empezar Primaria. Y de ahí a Secundaria (ESO), Bachiller y finalmente la Selectividad (aunque no se sabe qué harán con la reválida, esto es cuestión de preguntárselo al Ministro actual si es una de sus medidas).

¿Y a qué me refiero? A que la educación no es solamente darle todo lo que quiera el niño/a. Más bien implica estar con él, cuidarle, apoyarle...pero también hacerle ver que las cosas no se pueden tener siempre y hay que saber asumir un "no". Y de ahí viene este capítulo, porque es realmente jugoso.

Puedo entender que las obligaciones laborales sean mucho más complicadas, debido a que es muy complicado conciliar la vida personal y laboral. La legislación actual sigue siendo insuficiente. Existe el Plan Concilia, pero hablamos de la Administración Pública. De la privada poco se puede rascar. Sin embargo, aun así, hay padres/madres que han sacado tiempo debajo de las piedras para criar a los más pequeños y están ocupados todo el tiempo. Y se preocupan para que salgan adelante. Así que no es excusa.

El problema viene que debido a esas jornadas de trabajo, en muchos casos se opta por dejarles entretenidos con actividades que pueden ser no adecuadas (estar jugando con la consola, consintiéndoles los caprichos, ver la televisión...) y entonces se quedan estos padres algo más tranquilos. Eso es un error. Una cosa es mantenerlos entretenidos un rato, otra cosa bien distinta es hacerlo por sistema. Porque, lo creáis o no, necesitan atención. Ni constante ni con una actitud pasiva.

Ojo, que nadie se enfade con lo de constante. Yo no he dicho que no necesiten atención (al fin y al cabo, si son pequeños, más todavía, y aun siendo mayores, necesitan ser atendidos). Pero hay gente que confunde el estar pendientes con estar las 25 horas. No, no es una errata. Es una forma de exagerar esto.

¿A qué me refiero? Que muchas madres (sí, madres, porque si bien puede haber algún caso de padre, no es lo más habitual) están todo el rato con ellas. No sólo es alimentarles, bañarles, cuidarles si están enfermos, comprenderles, reñirles...no no es eso. Es dejar absolutamente todo y sólo centrarse en ellos/as. Hasta el punto de descuidar uno mismo. ¿Cuántas veces se ha oído el hecho de que no tienen tiempo por estar jugando con los/as hijos/as? Porque un/a hijo/a quita tiempo, pero un mínimo a sí mismo/a. Y no, no me refiero a pasar de ellos. Me refiero a situaciones en las que hay madres que se ponen a jugar con ellos/as sin dejarles que ellos también sepan jugar solos/as en el momento que tengan que hacer otro tipo de obligaciones. Conozco casos en los que la madre sólo vive por y para los/as hijos/as, descuidando otras cosas, o incluso su propio ocio.

Para que os hagáis una idea, en tiempos conocí a un matrimonio que se divorció. Eran muy felices hasta que nació el hijo, que ella cambió (y no para bien). Ella era la que tenía manía de que el hijo tenía que estar siempre atendido (lógico por otra parte), pero de una manera desmesurada. Es decir, ella sólo vivía por y para el hijo. Sin centrarse en su aspecto personal, ni en sus ratos de ocio, discutiendo con cuidadores, médicos, etc. porque no hacían lo que ella hacía. Es decir, hasta su rato libre era ponerse a jugar con él, sin dejarle que el hijo jugara "a su aire". Por ello, chocaba con el padre, que cuidaba a su hijo, pero de una manera mucho menos obsesiva. El hijo jugaba a su aire y él podía estar haciendo otras cosas (sus hobbies), pero sin perderle de vista (algo que la madre no lo compartía y ambos padres deben decidir lo mismo). En más de una ocasión, tuvo sus más y sus menos con su ex-marido precisamente porque ella imponía su punto de vista, sin tener en cuenta la opinión de él. Un ejemplo: para hacer el biberón, la madre lo hacía de una manera. El padre simplemente lo hizo de otra manera (que en lugar de hacer el mismo paso que la madre, lo intercambió). Pues bien, ella le recriminó que él lo había dicho distinto, que su manera era mejor. Él dijo que lo había hecho igual que ella, sólo que cambió un paso por otro. Ella no dijo ni mu, tiró el biberón y lo volvió a hacer. No os extrañe que la cosa acabara mal. Porque era así con todo.

El problema de centrarse en demasía viene por el tema del apego. Dirán muchos estudios de pediatras y demás (que me perdonen los que lo sean, pero algunos los veo charlatanes de feria) que así sienten apego por la madre. Me suena un poco cruzada tipo Ley de Igualdad en la que podría pensar mal, tipo "vale, me divorcio de mi marido, y que el/la hijo/a sólo sienta apego hacia mi, no hacia su padre". Aunque parezca rebuscado o incluso duro, es algo que no se aleja de la realidad. Pero ese es otro tema para otra entrada.

Tampoco dejaría de hablar de aquellos padres que se dedican a no hacer caso a sus hijos/as porque se preocupen de sus necesidades antes que las de sus vástagos. Y entonces tienen una sensación de descontrol total, lo cual tampoco es bueno. O por no decir que sus trabajos les ocupan tanto tiempo que se dedican a meterlos en actividades extraescolares, por lo que se agotan. ¿Es realmente necesario? Me pregunto yo, porque como comprenderéis, si es para evitar que se esté en casa...


Entiendo que es una faena para quien trabaje, pero lo que no se puede culpar es a los profesores porque no tienen a sus hijos/as de guardería. Porque vamos, según esos padres, tendrían los profesores que atenderlos las 24 horas. Lo siento, pero no paso por ahí. En primer lugar, tú como padre o madre, sabes que es una responsabilidad criar a un/a hijo/a. Si se tiene, ya se sabe a lo que se debe atener. Lo que no se puede pretender es que como molestan, pues es para quedarse tranquilos. Y que los demás hagan de "guardería" y "gratis" para que los profesores los eduquen a su gusto. Qué bien, viva la responsabilidad ¿eh? Aquí se mira a otro lado, en lugar de mirarse a uno mismo.

Y no sólo eso, sino que también se molesta a los padres para que cuiden de los nietos/as. Y sé que alguno/a se me echará al cuello, pero es porque ya los padres por lo general tienen una edad ya elevada y ya es mucha responsabilidad. Defiendo que se pueden quedar con los abuelos cuando tienes una urgencia, pero no de hacer de improvisado canguro, para evitar pagar alguno. Es una práctica bastante habitual, por desgracia. Se puede decir que es "caro" (nada es gratis, evidentemente) el contratar a alguien, pero ¿cargar con la responsabilidad de unos padres que pueden no estar aptos para cuidarlos? Porque por mucha ilusión que tengan, llegará un momento que lo que les apetece es tener un ratito libre y les hartará tener a los nietos. Ni más ni menos. Yo he visto casos de hijos jetas en los que dejan a los padres los hijos. Pero ojo al dato, la madre no trabaja. Y no sólo eso, sino que encima vienen a comer siempre los fines de semana. Incluso la abuela tenía cáncer y con quimio (del que se recuperó) y la hija, a pesar de todo, fue viniendo a casa con su marido e hijos. Una cosa es una mano puntual, otra es echarle morro para no pagar a nadie para que cuiden...


Tampoco nos olvidemos de que para callar a los/as niños/as, se les consiente todo, sólo para tener tranquilidad. ¿Cuántas veces nos encontramos con rabietas, en las que quieren algo y no saben aceptar un no? Y en lugar de enseñar cómo se afronta un "no", se tiende a hacer lo contrario, darles lo que quieren. Y claro, si se les consiente de pequeño, de mayores la cosa se vuelve a peor. Y como no lo han aprendido, pues aun castigándoles reinciden. Y por eso, mucha gente piensa que un bofetón a tiempo hace milagros. Claro que si digo eso me pueden decir que soy un maltratador. Nada de eso. ¿Nadie se acuerda cuando de pequeños nuestros padres nos pegaban cuando éramos traviesos? Porque salvo aquellos que no se acuerden o su educación era de manera diferente, el resto se sentirá identificado. Y que yo sepa, nadie ha sufrido consecuencias y son gente de provecho. Pues bien, hoy en día te quitan al/a la hijo/a y los llevan a Servicios Sociales. Aparte de decir que eres maltratador y que eres un mal ejemplo. En fin, los tiempos cambian y el cerebro en algunos casos, también (y para mal). Y ojo, no lo digo sistemático, sino cuando es necesario. Porque hay unas faltas de respeto tan falgrantes que a veces los castigos no sirven.

Es lo que tenemos hoy, una sociedad desnaturalizada, en la que la familia tradicional ha cambiado y no precisamente para bien y con problemas serios. Luego que hay muchos problemas. Si no me extraña...

También hablamos de la educación y docencia, pero...hasta aquí puedo leer. Por hoy.

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